¡Loado sea siempre!, ya me consta que no estaba engañado en proseguir lo que había comenzado, cuando el Señor lo acaba de aprobar como bueno y útil a la Santa Iglesia, por su Vicario en la tierra. (TE pág.15)
Así exclamaba gozoso el P. Faustino en el año 1922 y así lo experimentamos hoy, cien años después celebrando la aprobación definitiva de nuestras Constituciones que son «nuestro código» por el cual vivimos nuestra misión evangélica.
Allí está el Espíritu que inspiró a san Faustino para toda Hija de la Divina Pastora; el mismo que hoy sigue inspirando a religiosas y laicos comprometidos con el carisma calasancio. Son las Constituciones nuestra brújula, las que nos dicen cómo andar, cuál es nuestro estilo, de qué manera, por quién…
Dejemos que san Faustino interceda por nosotros ante Dios para que transparentemos con nuestras vidas el ideal de santidad según el espíritu calasancio que ha sido reconocido como un modo de vivir el Evangelio y volvamos a escuchar como hace cien años al Padre Fundador que nos dice:
Honrareis a vuestro Instituto con vuestra conducta, llenando sus fines cada una en su puesto y según sus fuerzas…sin más impulso que su amor…
¡Feliz aniversario a todos!
Grupo Undanet