El día 16 de mayo fue una fecha muy especial para Ana Hernández, religiosa calasancia de la comunidad de Sanlúcar de Barrameda, así como para todas las hermanas y familiares que la acompañaron. Con gozo da el sí al Señor y emite sus votos perpetuos consagrándose definitivamente a Dios en el Instituto Calasancio. Desde hoy el Señor será único en su vida y la dedicación a la niñez y juventud la mejor forma de servir a Dios. Recibe sus votos M. Sacramento Calderón, Superiora General y acompañan a Ana en este día la Delegada del Sector y muchas religiosas calasancias de las distintas comunidades de España. Felicidades, Ana. Unos unimos a tu oración de acción de gracias en este día y contigo también nosotras decimos: «Gracias, Señor, de todo corazón, por todo lo bueno que hay en mí; gracias por lo que soy, por lo que pienso, por el corazón con el que amo, por la energía con la que me muevo. Gracias, Señor, por la ternura, especialmente por tu ternura hacia mí. Gracias por todas las personas que me han ayudado hasta dar hoy el Sí definitivo. Que los problemas de la vida no me impidan reconocer lo bueno que hay en mí, lo mucho que me regalas y lo mucho y bueno que hay en todas las personas que pones en mi camino. Gracias, Señor, todo lo que soy es un regalo tuyo».