El análisis de la realidad de la misión educativa centró la primera jornada de encuentro entre religiosas y laicos en el marco del XXIII Capítulo General del Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora.
Durante la sesión de la mañana, se llevó a cabo una radiografía de cómo se ha trabajado en las diferentes presencias educativas de la familia calasancia a lo largo del último sexenio, con una oportunidad para el diálogo. Entre las intervenciones compartidas, se destacó la entrega realizada por los equipos de titularidad y la corresponsabilidad asumida desde los centros por parte de toda la comunidad educativa.
Madre Sacramento Calderón, como superiora general, puso en valor el esfuerzo realizado en este tiempo por todos, en especial durante el contexto de la pandemia, por acompañar a los niños y jóvenes y por “crecer en identidad calasancia”.
Por la tarde, los participantes en la asamblea capitular centraron su trabajo en aterrizar como prioridad en la escuela calasancia el Pacto Educativo Global promovido por el Papa Francisco. “El Pacto Educativo no es de sabios ni de gurús, tampoco se trata de llenar papeles sino de tocar corazones. Si llegamos a tocar los corazones, lograremos cambios”, alentó durante su ponencia marco telemática Óscar Pérez, como secretario general de la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC). A la luz de sus reflexiones, los capitulares se reunieron en diferentes comisiones donde se recogieron sugerencias y propuestas con la mirada puesta en el próximo sexenio.