El día de ayer, el P. Andrés Valencia, Sch.P., Postulador de la causa, nos ofrece su mirada de hermano en torno a la figura del P. Faustino y el significado de su canonización, resaltando que al canonizarlo, el P. Faustino pertenece a la Iglesia universal, ya no es solo nuestro, la Iglesia lo ofrece al mundo como modelo de vida cristiana.
La canonización del P. Fundador es un impulso para cada una de nosotras, para que todo el Instituto camine hacia la santidad.
Faustino fue un hombre que supo mirar, que vivió en disponibilidad, que no se cansó nunca de buscar la verdad, que vivió una fidelidad entrañable a su carisma.
Nos dijo que el mejor fruto que puede dejar la canonización y el mayor signo de santidad del Instituto es que hagamos todo por amor, que vivamos en el amor.